VINCENZO TRANI: PARA RUSIA CON AMOR

En el período previo a la guerra, el Kremlin se ha asegurado de cubrirse las espaldas, transfiriendo muchas actividades vitales, especialmente en el sector servicios, a través de la frontera, de modo que aparezcan como actividades occidentales en Rusia, y el origen del dinero que controlan, financian, apoyan o incluso la presencia del Estado se oculte tras la fachada de estructuras corporativas registradas en la UE. Para una operación de este tipo se necesitan gestores occidentales en los que se pueda confiar y que tengan una cobertura política detrás, dentro de su propio país, para evitar sorpresas desagradables en la mesa donde se deciden las sanciones.

Lo más difícil, si se quiere trabajar con inversores rusos, es ganarse su confianza: “La riqueza en Rusia, a diferencia de Europa, es muy joven y los clientes son muy cerrados. Intentan ocultar información personal, lo que priva al cliente de la capacidad de gestionar sus riesgos con eficacia”[1] . Así lo afirma Vincenzo Trani, empresario italiano con muchas medallas en el pecho: miembro del consejo de administración del fondo ruso MIR, Cónsul Honorario de la República Bielorrusa en Campania, Presidente de la Cámara de Comercio Italo-Rusa[2] , Asesor del Presidente de la Federación Internacional de Sambo (deporte de combate a puño limpio), galardonado “Por el desarrollo empresarial en Rusia y Bielorrusia” y Oficial de la Orden de la Estrella de Italia. En resumen, alguien que sabe ganarse la confianza. Sobre todo ahora que hay sanciones de por medio.

Nacido en Nápoles el 18 de mayo de 1974 en el seno de una familia de banqueros (su padre es el antiguo jefe del departamento internacional de Monte dei Paschi di Siena), tras licenciarse se incorporó como cajero al mismo banco en el que trabaja su padre. En 2001, leyó en el Moscow Times: el BERD (Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo) busca pequeños y medianos profesionales del crédito para el banco ruso KMB. Trani respondió al anuncio, cogió un vuelo a Samara (855 km al sureste de Moscú) y fue contratado como director de sucursal. Bajo su dirección, al parecer dirige una cruzada contra la corrupción generalizada, que lleva a la detención de varios empleados[3] .

Su carrera es rápida: tras un año en la sucursal de Samara, es nombrado vicepresidente del consejo de administración del KMB y se traslada a Moscú; en cuatro años, la cartera de préstamos del banco se multiplica por 100[4] y, en 2005, Trani se convierte en uno de los principales protagonistas de la venta del KMB Bank a la Banca Intesa italiana[5] . A continuación, se incorpora a MDM Bank como jefe del departamento de crédito para pequeñas y medianas empresas y, en 2006, se convierte en accionista y presidente de Rosenergobank, llevándose consigo a su padre y convirtiéndolo en miembro independiente del Consejo[6] .

Cada llegada es una nueva salida para él: en 2007 intentó adquirir todo el banco pero, debido a desacuerdos con el presidente Konstantin Schwartz (un hombre que ha sido objeto de varios procesos penales por fraude y al que la delincuencia rusa considera un “ladrón experto, un delincuente y un defraudador”[7] ), el acuerdo fracasó y Trani vendió su participación. Con el dinero de la venta de la participación en MDM y de algunas transacciones inmobiliarias, fundó Concern General Invest[8] , una sociedad internacional de inversiones con capital 100% italiano; su director general es Andrey Nikitiuk [9] (antiguo director de Troika Dialog, sociedad de inversiones fundada por el estadounidense Peter Derby en 1991[10] ), considerado uno de los mayores expertos en asuntos financieros de Rusia: en un año y medio, el capital de la sociedad aumentó en cuatro millones de euros, principalmente gracias a clientes extranjeros[11] .

El rey del coche compartido en Moscú y del microcrédito en Dushanbe

10 de septiembre de 2015: Vincenzo Trani con el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, y el vicealcalde, Maxim Liksutov, durante la presentación del servicio de coche compartido.[12]

En 2008 fundó Mikro Kapital Sarl en Luxemburgo, empresa con la que empezó a invertir en Rusia y Bielorrusia. Este último país es aún más difícil que Rusia, pero Trani tiene un amigo capaz de abrirle todas las puertas: Pavel Borodin, antiguo Secretario de la Alianza entre Rusia y Bielorrusia, organismo supranacional que fomenta los lazos económicos y políticos entre ambos países[13] : “Conocí a Borodin en 2009. No puedo decir cómo, sólo puedo decir que organicé su viaje a Roma y al Vaticano”[14] . Esta amistad y este vínculo profesional lanzaron a Trani al Olimpo de los actores financieros extranjeros en Rusia. En 2011, Trani fundó en Moscú el bufete de abogados Carnelutti[15] , galardonado en 2014 con el premio IAIR Legal Awards al mejor bufete italiano en Rusia.

El Studio Carnelutti fue fundado hace más de un siglo en Milán por un famoso abogado, el friulano Francesco Carnelutti, que años más tarde, en Nápoles, abrió el primer gran bufete italiano especializado en logística internacional[16] . Carnelutti era un ferviente monárquico, pero su reputación era tal que fue invitado tanto por Mussolini como por el gobierno de la Italia liberada a participar en las comisiones que reformaron el código civil italiano[17] . Entre sus clientes se encontraban numerosos intelectuales y filósofos, desde Julius Evola a Pier Paolo Pasolini[18] . Conseguir que la marca abriera una sucursal en Moscú significaba gozar de la estima y la confianza de las familias industriales más importantes y antiguas de Italia[19] . El jefe de esta firma no es Trani, sino el abogado fiscalista Valery Podpaly, antiguo jefe de KPMG Rusia, famoso por haber gestionado la fuga de los activos de los oligarcas en tiempos de Boris Yeltsin[20] .

En septiembre de 2015, tras haber estudiado durante mucho tiempo el modelo milanés[21] , Trani inauguró en Moscú el servicio de coche compartido Delimobil (perteneciente al grupo Mikro Kapital), anunciando su intención de invertir al menos mil millones de rublos en el sector: Confía el desarrollo del nuevo servicio a uno de sus empleados[22] , el joven abogado Stanislav Groshov [23] , y tiene como socios Artur Melikyan [24] (antiguo miembro del consejo de administración del Onego Bank de Petrozavodsk y asesor jurídico de Vasily Shestakov, presidente de la Federación Internacional de Sambo, una disciplina muy querida por Putin) ,[25] y Alina Nazarova [26] , una de las máximas responsables del Alfa-Bank de Mijaíl Fridman[27] , la mayor entidad bancaria de Rusia, entre las primeras empresas afectadas por las sanciones estadounidenses por la guerra de Ucrania[28] .

El negocio empieza con 100 coches[29] : el objetivo, según Trani, es alcanzar los 1.500 vehículos a finales de año, y Moscú necesitaría al menos 10.000 coches[30] . La empresa se expande rápidamente, los vehículos se equipan con nuevas tecnologías haciendo hincapié en la seguridad (los contratos de seguros son extremadamente caros para este tipo de servicio) y, en 2017, se implanta un servicio de reservas a través de una aplicación digital[31] .

Ese mismo año, Delimobil, que a estas alturas ya posee 3.000 vehículos, desembarca en San Petersburgo, después en Ufa y Nizhni Nóvgorod, y en 2018, a través de Mikro Kapital, adquiere el 100% de Anytime, una empresa de car sharing fundada por Roman Ilkanaev, presente en el mercado desde 2013 y con una flota de 700 vehículos: Delimobil se convierte así en el primer operador de Rusia, con una flota de 6.000 vehículos, ocupando el 50% del mercado total en Moscú[32] . Y la empresa sigue expandiéndose en Ekaterimburgo, Samara, Grozni, Novosibirsk, Krasnodar, Rostov y Krasnoyarsk, y finalmente en el extranjero, en Kazajistán, con la marca Anytime[33] .

Roma, 2010: Vincenzo Trani y Pavel Borodin en visita de negocios[34]

Anytime llega a Bielorrusia en 2018 con el beneplácito de viceministro de Asuntos Exteriores y presidente de la Comisión de Comercio Bielorruso-Italiana, Evgeny Shestakov . La empresa, representada por Mikro Leasing, tiene oficinas en siete ciudades bielorrusas, para las que Trani invierte al menos 87 millones de dólares: la flota inicial es de 55 coches, con el objetivo de llegar a 80 a finales del primer trimestre de 2019, para alcanzar los 500 en dos años[35] .

En 2019 Trani desembarca también en Europa, en la República Checa, y ese mismo año anuncia su intención de ofrecer acciones al público cotizando en la bolsa de Nueva York -donde pretende recaudar 350 millones de dólares[36] – y después en la de Moscú[37] , intenciones que se formalizarán en 2021[38] . También se negocian acuerdos para exportar el car sharing a India[39] , Tailandia[40] y Qatar[41] : el ambicioso objetivo de Trani es extender su marca a todos los países en desarrollo[42] . Luego llega 2020, la pandemia, todo se para, el car sharing en Rusia sufre una pérdida de 2.400 millones de rublos[43] .

Delimobil se reinventa y ofrece a sus socios vehículos con chófer para la entrega de mercancías[44] . En comparación con sus principales competidores[45] , gracias a la habilidad de su dirección Delimobil evitó una crisis[46] . Según “Crimen Ruso”, la razón es el ala protectora del alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin , y del jefe del departamento de transportes de Moscú Maxim Liksutov , que intervienen con subvenciones[47] ; Denis Saklakov, socio de Mikro Kapital, es íntimo amigo de Liksutov[48] … Las entregas para Delimobil las realiza Avilon, cuyo director comercial es el adjunto de Liksutov, Dmitry Pronin [49] . No son migajas: Avilon tiene casi el monopolio del mercado de coches de lujo y tiene contratos de suministro con el Gobierno por valor de 31.000 millones de rublos .[50]

En julio de 2021, el banco ruso VTB -uno de los mayores del país, ahora en dificultades debido a las sanciones[51] , que ya apoyaba a Delimobil desde 2019 con un programa de créditos subvencionados, entra en Delimobil, comprando una participación del 13,4% por 75 millones USD[52] . Trani firma el contrato con Yuri Soloviev, presidente del consejo de administración de VTB Bank : el acuerdo se produce así entre dos sociedades luxemburguesas, VTB Capital, donde los directivos de Vistra Group gestionan activos por valor de 2.500 millones USD, y Mikro Kapital, el holding que controla Delimobil, Anytime y Anytime Prime[53] .

Mientras tanto, Delimobil también se expande en Dushanbé: en marzo de 2021, Mikro Kapital, el BERD y el Banco Holandés para el Desarrollo Empresarial (FMO) pagan 5,4 millones de dólares para adquirir el 78,5% de IMON, un fondo de microcréditos tayiko: tras esta transacción, el BERD y el FMO poseen cada uno el 17,9% del capital de IMON, mientras que Mikro Kapital se convierte en el principal accionista con una participación del 42,7%[54] . Se trata de un operador de crédito fundado por dos mujeres tras el final de la sangrienta guerra civil, Gulbakhor Makhkamova y Sanavbar Sharipova, que querían animar a las mujeres empresarias[55] . Un acto de verdadero heroísmo, dado que Tayikistán tiene la cultura más conservadora de todo el continente asiático.

Gulbakhor Makhkamova y Sanavbar Sharipova, dos empresarias tayikas que fundaron IMON, una exitosa empresa de microcréditos, adquirida por Vincenzo Trani en 2021 con el apoyo del gobierno de Tayikistán.[56]

La adquisición se considera un éxito, a pesar de que las dos mujeres sólo poseen ahora el 1,35% de las acciones cada una, lo que les quita todo poder de decisión[57] . La cadena de noticias OCCRP descubre el lado oscuro de la transacción: Trani intentó obligar a las mujeres a vender con campañas públicas de descrédito y difamación, acusando a IMON de irregularidades[58] , encontrando un poderoso respaldo en el Banco Nacional de Tayikistán, cuyo vicepresidente es Jamoliddin Nuraliev , yerno del presidente Emomalī Rahmon[59] . A pesar de las protestas, dice Trani, la compra se llevó a cabo “respetando plenamente la legislación local” y las “decisiones corporativas de las partes implicadas”[60] .

La hostilidad de la familia presidencial hacia IMON comenzó ya en 2017, cuando las autoridades acusaron a la dirección de graves irregularidades: se trata de una práctica habitual en Tayikistán, cuando las actividades privadas adquieren una dimensión demasiado grande, intolerable para los poderes fácticos[61] . Trani entra en el capital social con un 10% en 2018[62] , pero utiliza sus acciones para acceder a documentos que pueden servir para chantajear a los accionistas y a la alta dirección del fondo[63] .

Renzi en Delimobil: tocar y seguir

Matteo Renzi entra en Delimobil en noviembre de 2021 y dimite tras el estallido del conflicto en Ucrania[64]

En noviembre de 2021 aparece una nueva cara en la mesa del consejo de Delimobil: Matteo Renzi, ex primer ministro y senador de la República Italiana. La noticia tiene especial relevancia en Italia, puesto que el líder de Italia Viva ya está en el centro de la polémica por sus vínculos con el ministro de Defensa saudí (y príncipe heredero) Mohammed bin Salman (considerado por la comunidad internacional el instigador del asesinato del periodista Jamal Khashoggi[65] ), cuyo compromiso “neorrenacentista” alaba: En esta ocasión, se revela que Matteo Renzi forma parte del consejo de la fundación del príncipe y que gana hasta 80.000 dólares al año por este papel[66] . El 6 de marzo siguiente, Renzi también viaja a Emiratos Árabes Unidos por motivos desconocidos, un hecho que echa leña al fuego[67] .

Mientras en Italia se desarrolla una turbulenta crisis de gobierno, aquí está en Rusia: Matteo Renzi es administrador de la sociedad luxemburguesa desde el pasado mes de agosto, pero esto sólo se hace público unos meses más tarde[68] . La documentación presentada ante la Security and Exchange Commission (SEC) por Delimobil contiene una referencia a las investigaciones en las que está implicado el ex Primer Ministro sobre la financiación de la Open Foundation, la hipótesis de facturas falsas por honorarios percibidos por una conferencia en Abu Dhabi, y el asunto de los honorarios pagados por la productora del documental “Florencia según yo”, que está siendo investigado por la Fiscalía de Roma: el prospecto advierte de que, en caso de evolución negativa de la investigación, Renzi podría verse obligado a abandonar el Consejo, aunque, añade, “el Sr. Renzi y sus abogados consideran que estas acusaciones carecen de fundamento”[69] .

A quienes señalan al senador el conflicto de intereses entre su papel de político y el de empresario, él responde que no viola la ley – y al fin y al cabo, Italia es el país donde Silvio Berlusconi, el dueño del mayor imperio televisivo, a pesar de haber sido condenado penalmente, es senador y ha sido Primer Ministro: “Cuando cambien las leyes haré lo mismo”, dice Renzi[70] . No deja de renovar su estima por Vincenzo Trani, con quien mantiene una relación personal nacida durante su presidencia del Consejo en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo[71] .

No es el primer italiano en Delimobil: Renzi ocupa el puesto del abogado Pietro Maria Tantalo, nombrado junto a Trani en la investigación penal sobre las transacciones vaticanas de Gianluigi Torzi, el broker acusado de cometer delitos financieros con fondos vaticanos[72] . Otro italiano en el consejo es Andrea Farace, ex directivo de Citigroup y ex directivo de Wirecard, la empresa alemana de pagos digitales que quebró tras un gran escándalo financiero[73] . También forma parte del consejo Vittorio Volpi, presidente del consejo de supervisión de Mikro Kapital y antiguo asesor de Mediobanca[74] .

El idilio renziano con Delimobil se ve empañado por dos acontecimientos: el primero se refiere al aplazamiento de la cotización en Wall Street, decidido el 5 de noviembre de 2021, justificado por Trani con un escueto “todavía no se dan las condiciones”. Es TASS quien dice más: Delimobil aplazaría la cotización hasta principios de 2022, en el último mes la empresa se ha fijado el objetivo de recaudar al menos 240 millones de dólares para alcanzar una valoración de más de 900 millones de dólares, pero al parecer las condiciones para lograrlo, sean cuales sean las razones, no están ahí[75] .

El segundo acontecimiento es el estallido del conflicto en Ucrania: pocas horas después del inicio de la invasión, el 24 de marzo de 2022, Renzi se ve obligado a dimitir[76] . Su presencia en Delimobil es ahora a ojos de todos inapropiada, debido también a la reciente absorción por parte del banco del Kremlin, el VTB. Su remuneración como director en Delimobil no se conoce, pero basándose en los honorarios de los directores en 2020 (que ascienden a un total de 1 millón de euros al año), se supone que Renzi recibió una remuneración de entre 38.500 y 45.5000 euros[77] . Su dimisión se produce al mismo tiempo que la del ex primer ministro finlandés Esko Aho, que el mismo día dimitió como consejero independiente y miembro del Consejo de Supervisores del mayor banco ruso, Sberbank[78] .

Los ases en la manga

Antonio Fallico, máximo responsable de los grupos de presión italianos en Moscú, con el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.[79]

Vincenzo Trani ha construido muy eficazmente la imagen del hombre que empezó de la nada, para haber respondido a un banal anuncio de trabajo en una página de periódico, y convertirse en un empresario muy rico. Pero, al reconstruir su trayectoria, salta a la vista la densa red de importantes amistades, sobre todo en el ámbito político, sembrada entre Rusia y Bielorrusia, como hemos visto hasta ahora. Añádase a esto una gran falta de escrúpulos empresariales, siempre en el filo de la navaja entre lo legal y lo ilegal[80] .

Todo gira en torno a su criatura, el Grupo Mikro Kapital[81] , que opera a través de dos fondos de titulización, Mikro Fund y Alternative. Sus actividades comerciales, al igual que sus relaciones políticas, se concentran en Europa del Este y Asia Central, pero su domicilio social está en Luxemburgo, por lo que es una empresa occidental. Ofrece bonos con rendimientos ligeramente superiores a la media, por lo que muchos inversores europeos y d americanos (incluso el Vaticano) asisten al banquete[82] . El dinero recaudado financia los microcréditos concedidos por las numerosas filiales de Mikro Kapital y la adquisición de empresas estratégicas en dificultades: la empresa está presente actualmente en 14 países y cuenta con 122 empresas en cartera[83] .

El Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF) del 16 al 18 de junio de 2016 es la plataforma de lanzamiento del Mikro Kapital de Trani: el evento más esperado de la edición fue la bilateral entre el entonces primer ministro Matteo Renzi y Vladimir Putin, al margen de la cual se creó la Casa Italia, un pabellón de exposiciones para los gigantes de la industria italiana[84] . La organización del evento corre a cargo de Conoscere Eurasia, la asociación dirigida por Antonio Fallico, “el italiano más poderoso en Moscú”, presidente de Banca Intesa Rusia -la filial rusa del grupo Intesa Sanpaolo[85] – y gran amigo de los dirigentes de la Liga Norte, a la que Vladimir Putin envía fondos[86] .

Mikro Kapital aparece por primera vez entre los principales patrocinadores del evento, junto a gigantes como Banca Intesa, la fábrica estatal de armas Leonardo y Pirelli, pero uno de sus pagos de 125.000 euros a la asociación Conoscere Eurasia es denunciado a la Unidad de Inteligencia Financiera de Bankitalia como un posible flujo financiero sospechoso: el valor de la transacción es compatible con lo que se suele exigir para convertirse en uno de los principales patrocinadores del Foro de San Petersburgo[87] . No pasa nada.

Los lazos no son solo con la Liga: en el Foro, haciéndole compañía está uno de sus amigos de siempre[88] , el entonces viceministro italiano de Exteriores (PD) Vincenzo Amendola, más tarde subsecretario de Estado para Asuntos Europeos durante el Gobierno Draghi: tres años después, su nombre aparece durante seis meses en el consejo de supervisión de Mikro Kapital Management en Luxemburgo, del 28 de febrero al 9 de septiembre de 2019, es decir, cinco días después de su nombramiento oficial como viceministro de Exteriores del Gobierno Conte II[89] .

26 de enero de 2021: Vladimir Putin preside una videoconferencia histórica con “sus” empresarios italianos en su casa de Novo-Ogaryovo.[90]

Para Trani, por tanto, las amistades están en el centro de su éxito, aunque a veces ocurra que tiene las equivocadas: entre 2014 y 2017, el destino del empresario se cruza con el de Enrico Danieletto, propietario de la luxemburguesa B Securitization SA y de varias otras empresas sembradas entre Luxemburgo, Reino Unido, Irlanda y Suiza: Danieletto está imputado en 2020 por estafa agravada, blanqueo de capitales y autoblanqueo por una presunta estafa de diamantes cometida junto al expresidente de la Fondazione Cassa di Risparmio Mirandola Giovanni Belluzzi[91] . Con Trani fundó General Invest Ltd, con sede en el 26 de Cadogan Square en Londres[92] .

A partir de 2021, tener relaciones comerciales con Rusia es un elemento de gran desconcierto para Italia: a principios de año, el clima internacional es muy tenso, Putin amenaza con 100.000 hombres apostados en la frontera para invadir Ucrania, Occidente prepara sanciones. Y en este contexto, el 26 de enero, Putin, junto con ocho ministros y el jefe de la petrolera Rosneft, organizó una videoconferencia con Italia para hablar de las relaciones comerciales en tiempos de guerra con altos ejecutivos de la industria[93] .

El Presidente Mario Draghi pidió a las empresas que abandonaran la reunión, y algunas de ellas, como ENEL y SNAM, decidieron no participar, mientras que 16 empresas, entre ellas directivos de Assicurazioni Generali, UniCredit y Pirelli, no se echaron atrás. Vincenzo Trani, como Presidente de la Cámara de Comercio Italo-Rusa, se encuentra en primera fila y preside la reunión de dos horas y media, subrayando “que las empresas italianas siguen considerando a Rusia como un socio fiable”[94] . La reunión fue estigmatizada tanto por la oposición[95] como por la Unión Europea[96] . Pero la reunión virtual del 26 de enero fue sólo el preludio de lo que ocurriría unos meses más tarde.

El Foro de San Petersburgo de junio de 2021 nació bajo los peores auspicios: Estados Unidos hizo saber a través de su portavoz del Departamento de Estado que “no participará en el SPIEF en calidad alguna”, instando a otros líderes mundiales a unirse al boicot[97] . Hay vergüenza entre los participantes, miedo a convertirse en blanco de sanciones[98] . En primera línea, el director general de la asociación Confindustria Rusia, Alfredo Gozzi, y el infalible Vincenzo Trani, que defiende obstinadamente el Foro: “Toda esta gente ha venido a Rusia a ganar dinero”, y no a hacer política[99] .

Y finalmente, aquí está la guerra

Moscú, 5 de febrero de 2020. De izquierda a derecha: el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, Vincenzo Trani, Vladimir Putin y el presidente de RSBM JSC, Alexander Braverman.[100]

La actividad de Trani en Rusia puede dividirse en tres fases: una primera, en la que el abogado de negocios construyó una vía privilegiada para los empresarios italianos que deseaban abrirse al mercado ruso. Una segunda fase, vinculada al nacimiento y desarrollo de Delimobil, en la que Trani empezó a reunir a empresarios de los dos países, no sólo para desarrollar proyectos en Rusia, sino también para permitir que el capital ruso invirtiera en Occidente. Esta fase terminó con el fracaso del plan de cotizar Delimobil en la bolsa americana, y la dimisión de políticos que, como Matteo Renzi, habían elegido Trani como medio de transporte de la política al mundo empresarial internacional.

Entonces estalló la guerra. En ese momento, si nada hubiera cambiado, habríamos asistido a una especie de liquidación de activos y, al mismo tiempo, a una huida cruzada de los inversores occidentales de Rusia y viceversa. Pero no. Nuestro análisis de la red corporativa coordinada por Vincenzo Trani y el bufete de abogados Carnelutti en Moscú muestra un repentino crecimiento en el número de empresas, tanto en Oriente como en Occidente, vinculadas al holding original, Mikro Kredit, que se duplicó entre diciembre de 2021 y febrero de 2023 -la red cuenta actualmente con más de un centenar de entidades operativas, más las sociedades financieras offshore dispersas por todo el planeta[101] .

Esto se debe a que Putin, con la videoconferencia del 26 de enero de 2021, inauguró una nueva fase: aquella en la que la red Trani se convierte en una parte de la economía y la política rusas que actúa en Occidente, con hombres occidentales a la cabeza, con la apariencia de estar respaldada por capital occidental -una fase para la que Putin eligió, no por casualidad, a Italia, que ya se había mostrado más abierta a la colaboración con Moscú en el pasado[102] . Mikro Kredit es, a día de hoy, un instrumento de la política de Putin que actúa desde Luxemburgo y que nunca se verá afectado por las sanciones sino que, al contrario, promete crecer a medida que continúe la guerra en Ucrania. Nada ilícito, nada secreto. Sólo que en Occidente tenemos los ojos puestos en otros asuntos.