LA DESESPERADA FUNAMBULISMO DE PEDRO SÁNCHEZ

16 de noviembre de 2023: El líder socialista Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), se convierte por tercera vez en presidente del Gobierno de España. Tras haber temido por su carrera política, que se encontraba peligrosamente en declive, consigue en seis meses una especie de milagro, desbaratando los pronósticos electorales a pesar de no haber obtenido la mayoría de los votos. Pero el precio a pagar para seguir al frente del país es muy alto, tanto que la España democrática se despierta tras la votación con una sacudida política sin precedentes.

Si el resultado es también fruto de las dificultades del Partido Popular incapaz de cohesionar a las fuerzas menores, para Sánchez fueron decisivos los acuerdos por separado con varios partidos regionales, especialmente las concesiones hechas a los independentistas catalanes: una operación muy discutida que seguirá dando que hablar en los próximos días. Pero vayamos por orden.

En primer lugar: ¿cómo puede ser elegido un presidente a pesar de no haber obtenido la mayoría de los votos? Tras las últimas elecciones de julio, una confrontación en la que ninguno de los candidatos obtuvo la mayoría necesaria para formar gobierno en solitario, Sánchez llegó a la meta gracias al apoyo del “bloque de investidura”, un acuerdo heterogéneo entre izquierdistas, nacionalistas e independentistas, cerrado por el PSOE, que suscitó una gran polémica un acuerdo posibilitado por el sistema parlamentario monárquico español.

La monarquía parlamentaria española

19 de junio de 2014: La proclamación del rey Felipe VI en el Congreso de los Diputados[1]

España es una monarquía parlamentaria, con un Jefe de Gobierno (el Presidente del Gobierno) y un Jefe de Estado (el Rey). El Parlamento español, es decir, las Cortes Generales, ostenta el poder legislativo del país y es bicameral: la cámara alta es el Senado de España, con sede en el Palacio del Senado de Madrid, mientras que la cámara baja es el Congreso de los Diputados, con sede en el Palacio de las Cortes de Madrid. El Rey (o la Reina), elegido por descendencia, desempeña principalmente un papel garantista: su poder es puramente simbólico, ya que todos sus actos deben ser refrendados en cualquier caso por el Presidente del Gobierno, los ministros competentes o el Presidente del Congreso de los Diputados.

Actualmente hay 616 diputados, 350 en el Congreso de los Diputados y 266 en el Senado. En las elecciones generales no se elige directamente al Presidente, sino al Parlamento, y son sus miembros quienes votan la formación del Ejecutivo. Para ser investido presidente, debe votar a favor una mayoría absoluta de la mitad más uno de los 350 diputados en un primer intento, o una mayoría simple (los votos afirmativos deben ser más que los negativos, sin importar si hay ausencias o abstenciones) en un segundo intento.

Por eso, el aspirante del PP, Alberto Núñez Feijóo, pese a ser el más votado, logrando el consenso de sus 137 diputados, no consigue la investidura por la falta de apoyo de los demás partidos, especialmente de Vox y Unión del Pueblo Navarro (UPN): los votos para él se quedan en 171. Apoyo que, sin embargo, no le faltó a Sánchez, que convirtió sus 122 votos en un total de 179, 3 votos por encima del umbral de la mayoría. El apoyo expresado por el grupo de izquierdas Sumar -una coalición de una veintena de partidos de izquierda-, los independentistas vascos y los independentistas catalanes de ERC fue decisivo. El presidente saliente vuelve así a la silla, pero en un clima de contestación, especialmente por parte del PP, que considera la investidura una traición a la voluntad popular y exige volver a las urnas obtenidas vendiendo la intangibilidad de la unidad territorial y traicionando así la Constitución.

De hecho, la gestión del presidente se caracteriza por un camino muy articulado y doloroso, compuesto por una serie de pasos y acuerdos que ponen de relieve el carácter problemático de una legislatura que se abre no con los mejores auspicios, y que es también una novedad en la política española. Estamos en presencia de una crisis que se abrió antes de la votación, como un súbito y gran abismo, ya en las anteriores elecciones generales de julio.

Las elecciones de julio

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, celebra su victoria electoral el 23 de julio de 2023[2]

Las verdaderas protagonistas -en sentido negativo- de las elecciones del 23 de julio son las encuestas: nunca antes las predicciones habían sido completamente traicionadas por la realidad. La mayoría de las proyecciones prevén una amplia victoria del PP, con más de 140 escaños y el 34,5% de los votos, perdiendo el PSOE 14 diputados y la suma de las derechas del PP y Vox más de 176 escaños, marcando una mayoría absoluta[3] .

Ni siquiera los sondeos publicados la noche electoral (la ley electoral establece que no se pueden publicar encuestas a partir del último lunes de campaña, en este caso cinco días antes de las elecciones) consiguen atribuir correctamente los escaños a cada uno de los partidos por separado, aunque corrigen sustancialmente el tiro al asignar al PP y a Vox una horquilla de 169-177 escaños: la estimación para el PP se sitúa entre 145 y 150 escaños, pero el resultado será de 136, mientras que para Vox la estimación es de entre 24 y 27 diputados, pero se quedarán con 33. Lo mismo para el PSOE, visto a la baja entre 113 y 118 mientras que tendrán 122. Lo cierto es que ninguno de los bloques, ni de izquierdas ni de derechas, alcanzará la mayoría absoluta.

El resultado es, por tanto, una sorpresa para todos, tanto para el presidente saliente como sobre todo para las oposiciones, con Santiago Abascal, de Vox, convencido de que podía jugar un papel fundamental en la formación de gobierno con Alberto Núñez Feijóo: la pérdida de 19 de sus 52 escaños le condena a la irrelevancia. El desplome del apoyo a Vox se explica en gran medida por el distanciamiento de ese electorado perteneciente a dos feudos, Castilla y León, pero también se producen importantes deserciones en Murcia, Extremadura, así como en la Comunidad Valenciana y en Andalucía[4] : el único frente que resiste es Cataluña.

Los números, sin embargo, tampoco dieron la razón a Pedro Sánchez y el 25 de julio tiró la toalla: el Parlamento, también en su segundo intento, no le eligió, otorgándole sólo 124 votos a favor y 155 en contra, con 67 abstenciones. El apoyo del resto de fuerzas políticas no llegó, especialmente el de Unidos Podemos, que exigía a cambio el control de varios ministerios, una exigencia inaceptable para Sánchez.

La ley prevé, en estos casos, la celebración de una segunda votación el 27 de septiembre. Tras una serie de frenéticas reuniones, intensas conversaciones y búsqueda de acuerdos[5] , se celebra una nueva votación pero, tras perder la primera vuelta el día 27, el resultado de la siguiente, celebrada el 29 de septiembre, 178 en contra y 172 a favor, castiga también al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. La nueva votación está fijada para noviembre.

Amnistía de votos

Protestas en Madrid contra la ley de amnistía[6]

En un clima cada vez más caldeado, en las negociaciones entre partidos[7] destacan ahora las negociaciones iniciadas por Sánchez para obtener el apoyo de Junts per Catalunya -el partido independentista de Carles Puigdemont- mediante concesiones impugnadas por la oposición, entre ellas la amnistía para los delitos cometidos en relación con la declaración unilateral de independencia y la consulta unilateral celebrada en Cataluña el 1 de octubre de 2017[8] .

Tras meses de discusiones y especulaciones, el 12 de noviembre se hizo público el texto del proyecto de ley de amnistía: la propuesta establece que las personas que hayan cometido delitos y hayan sido procesadas y condenadas, serán amnistiadas por los delitos cometidos desde el 1 de enero de 2012, cuando se inician los actos del proceso independentista, hasta el 13 de noviembre de 2023, y afectará a unos 400 beneficiarios repartidos entre 300 independentistas y 73 policías[9] .

Los delitos amnistiados serán los de ‘malversación, terrorismo, así como desórdenes públicos relacionados con el proceso independentista’ y afectarán a quienes ‘hayan prestado asistencia, colaboración, asesoramiento de cualquier clase, representación, protección o seguridad a los sujetos responsables de las conductas’; también se amnistiarán los delitos de usurpación de funciones públicas y los de desobediencia y atentado y resistencia a la autoridad. También serán amnistiados los ‘actos de desconsideración o crítica expresada contra autoridades y funcionarios públicos’ cometidos en manifestaciones y actividades artísticas reivindicativas de la independencia de Cataluña[10] . Quedarán excluidos de la amnistía quienes hayan cometido actos dolosos contra las personas, los “condenados por delitos de terrorismo y los autores de torturas y tratos inhumanos, siempre que superen un umbral mínimo de gravedad, o quienes hayan cometido delitos de traición y contra la paz”[11] .

Entre los primeros indultados ilustres estará el líder de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont, culpable, como presidente de la Generalitat de Catalunya, de declarar la independencia de Cataluña de España inmediatamente después del resultado del referéndum del 1 de octubre de 2017 (90% de votos a favor con 2,2 millones de votos y una participación del 42%): como consecuencia de ello, Mariano Rajoy, el entonces presidente del Gobierno español, invocó el artículo 155 de la Constitución, que prevé la inmediata puesta en comisión de Cataluña y el cese de Puigdemont y su Gobierno[12] . Se dictarán contra él condenas por rebelión, sedición y malversación: buscado por las autoridades españolas, se refugia en Bruselas junto con otros cuatro ex consejeros y, a pesar de su exilio forzoso, para los independentistas sigue siendo el Presidente de la autoproclamada República catalana, incluso sin una investidura formal[13] .

La propuesta provocó una oleada de protestas jurídicas, parlamentarias y callejeras por parte de la extrema derecha española y de diversos colectivos como algunos obispos, patronales, asociaciones de jueces y de la Guardia Civil, así como asociaciones de altos cargos públicos como inspectores de Hacienda y algunos miembros de los bufetes de abogados más elitistas del país.

Protestas frente a la sede del PSOE al grito de ‘Puigdemont a la cárcel’ y ‘Madrid será la tumba del sanchismo’[14]

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, llega a afirmar que los pactos del PSOE con los independentistas son incluso más graves que el terrorismo del 23-F (también conocido como el golpe de Tejero del 23 de febrero de 1981) o ETA. Acusa al PSOE de vulnerar el principio de separación de poderes, ya que con los pactos el Gobierno asumiría no sólo el poder ejecutivo natural, sino también el legislativo y el judicial, y violaría los principios básicos de la democracia. Le acusa de “destrozar España”, de “golpe de Estado” y de fraude electoral. Santiago Abascal, presidente de Vox, llega incluso a comparar a Sánchez con Hitler[15] .

A pesar de las protestas, Pedro Sánchez sigue adelante y el 16 de noviembre se firman los acuerdos para que un nuevo Gobierno tenga mayoría parlamentaria: se cierra la etapa más compleja y controvertida desde el retorno de la democracia a España el 23 de julio. Apoyan al PSOE los diputados de la coalición Sumar (con los que Sánchez llegó a acuerdos, prometiéndoles la reducción de la jornada laboral de 40 horas semanales a 37,5, así como otros detalles en el ámbito laboral[16] ) y los representantes de todas las fuerzas nacionalistas, tanto independentistas como moderadas: el presidente obtiene así 179 votos, 3 por encima del umbral mínimo, mientras que el PP junto a Vox y la Unión del Pueblo Navarro no pasan de 171 votos.

Pero en el acuerdo[17] con Junt per Catalunya, además de la amnistía -aprobada también por ERC, la Esquerra Republicana de Catalunya[18] – se consagran otras medidas muy importantes, entre ellas a) la ampliación de la participación directa de Cataluña en las instituciones europeas y otras organizaciones y organismos internacionales; b) la apertura del consenso para celebrar un referéndum de autodeterminación y la modificación de la ley de financiación de las comunidades autónomas c) la cesión por parte del Estado español a Cataluña del 100% de los impuestos que se pagan en su territorio; d) el compromiso de un amplio desarrollo del estatuto autonómico aprobado en 2006 y de medidas que permitan la autonomía financiera de Cataluña y su acceso autónomo al mercado[19] ; e) la condonación o reducción de la deuda de Cataluña con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) de 15.000 millones, una reducción del 20% de la deuda hasta aproximadamente 58.110 millones desde los 73.110 actuales[20] .

Se ha abierto una puerta por la que ahora pasan todos los movimientos independentistas: los acuerdos alcanzados con el Bloque Nacionalista Gallego (BNG), Coalición Canaria (CC) y el Partido Nacionalista Vasco e Independentista Bildu van desde la ampliación de los derechos de los trabajadores hasta la condonación de la deuda, el traspaso del poder o la ampliación de los recursos[21] .

El acuerdo con los independentistas vascos del Partido Nacionalista Vasco (PNV) incluye treinta medidas[22] : entre las más importantes está el compromiso de avanzar en el autogobierno vasco con el cumplimiento del traspaso de las competencias pendientes establecidas en el Estatuto de Gernika[23] en un plazo “improrrogable” de dos años y anticipándose al futuro autogobierno: uno de esos traspasos pendientes es el de la Seguridad Social[24] . Luego está el compromiso sobre el “reconocimiento nacional de Euskadi”, la salvaguarda de las competencias vascas y un sistema de garantías basado en la bilateralidad y el respeto a los derechos forales de los territorios vascos. También está la promesa de los socialistas de modificar el Estatuto de los Trabajadores para que los contratos laborales vascos prevalezcan sobre los estatales, una reivindicación histórica de los nacionalistas vascos. Además, se ampliarán las competencias de la Ertzaintza, la policía autónoma vasca[25] .

Un futuro complicado

Evolución de los indicadores económicos entre el final del Gobierno de Rajoy (2018) y el de Sánchez (2022-2023)[26]

No cabe duda: desde el 2 de junio de 2018, día de la toma de posesión del primer gobierno de coalición liderado por el líder del PSOE, Sánchez, además de crecer la economía y bajar la inflación, todos los grandes indicadores sociales ven avances positivos respecto al anterior gobierno del PP, y sin embargo en estos cuatro años la oposición no para de dar caña al gobierno, acusándole de ilegítimo[27] , un comportamiento que limita gravemente el juego democrático, degradando el debate y provocando una fuerte polarización, un clima al que España no está acostumbrada: la dialéctica normal gobierno-oposición se transforma así en una constante campaña electoral.

Este clima ha contribuido a crear falsas expectativas y percepciones erróneas del equilibrio en el consenso. Pero la actitud atrincherada de la derecha, aunque premiada por los votantes, fracasa inexorablemente en el arte del acuerdo, actividad en la que Sánchez demuestra mayor maestría, aunque a un alto precio. En estas horas, en las que las protestas contra la amnistía se multiplican, llenando calles y bloqueando carreteras, se ultiman los nombramientos del Gobierno, entre los que destacan las mujeres, en mayor número que los hombres (12 a 10), y cuatro vicepresidentas. Cinco ministerios son para Sumar[28] .

De hecho, se trata de un gobierno de continuidad, en el que las políticas sociales siguen siendo las protagonistas. Pero el futuro de este gobierno no es nada previsible, ya que tendrá que conciliar constantemente las exigencias y expectativas de los partidos de la coalición, y los compromisos no parecen fáciles de alcanzar, con las oposiciones que, sin duda, no darán tregua y explotarán cualquier mínima défaillance para obstruir su camino.

El apoyo de los partidos nacionalistas vasco y catalán podría influir en las políticas del gobierno central sobre las cuestiones de la autonomía regional y los derechos culturales, lo que llevaría a una mayor descentralización o, al menos, a un cambio en las políticas de interacción del gobierno central con las regiones. Es probable que esta nueva situación provoque nuevos desafíos internos, ya que la respuesta de los ciudadanos a las políticas de apoyo a la independencia no es en absoluto una conclusión previsible. La desfavorable coyuntura económica internacional podría complicar aún más un crecimiento amenazado por el progresivo aumento del gasto público, un eje central de las políticas sociales al que Sánchez no tiene intención de renunciar.

Pero la fortaleza demostrada por Sánchez en todos sus mandatos radica precisamente en su capacidad de mediación y diálogo incluso en las situaciones más difíciles. La apertura al independentismo catalán, la verdadera novedad de esta legislatura, podría conducir también a la resolución definitiva de un conflicto duradero, en completa ruptura con gobiernos anteriores, como el de Mariano Rajoy, para quien el independentismo catalán sólo es visto como una cuestión de orden público.

ESP026

[1] https://www.abc.es/espana/casa-real/abci-monarquia-parlamentaria-mas-necesaria-nunca-202011031349_noticia.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F

[2] https://www.infobae.com/espana/2023/07/23/fotogaleria-del-23-j-las-elecciones-generales-2023-desde-la-apertura-de-los-colegios-a-la-fiesta-o-el-duelo-en-las-sedes/

[3] https://www.rtve.es/noticias/20230724/fallan-encuestas-elecciones-generales-23j/2448077.shtml

[4] https://www.elmundo.es/elecciones/elecciones-generales/2023/07/24/64bd5dece85ecef82b8b45c9.html

[5] https://elpais.com/espana/2023-09-18/ultimas-noticias-de-la-investidura-de-feijoo-y-formacion-de-gobierno-en-directo.html

[6] https://www.bbc.com/mundo/articles/cgep52vpv5xo

[7] https://legrandcontinent.eu/it/2023/11/14/sanchez-e-lamnistia-la-spagna-ritrova-la-catalogna/

[8] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-50039937

[9] https://www.20minutos.es/noticia/5189952/0/las-dudas-certezas-ley-amnistia-que-pasara-con-puigdemont-se-incluiran-los-casos-corrupcion/

[10] https://www.20minutos.es/noticia/5189952/0/las-dudas-certezas-ley-amnistia-que-pasara-con-puigdemont-se-incluiran-los-casos-corrupcion/

[11] https://www.20minutos.es/noticia/5189952/0/las-dudas-certezas-ley-amnistia-que-pasara-con-puigdemont-se-incluiran-los-casos-corrupcion/