Por fin ha ocurrido. Sólo dos horas después del final de la votación, Sergio Massa (candidato presidencial de la coalición peronista de centro-izquierda Unión por la Patria) declaró públicamente su derrota y felicitó al ganador de las elecciones presidenciales argentinas del 19 de noviembre de 2023: Javier Gerardo Milei es el nuevo presidente de la República.

Con él gana la exasperación y la sensación de impotencia de millones de argentinos que viven uno de los periodos más oscuros de la convulsa historia reciente del país, asolado por crisis económicas recurrentes que lo han llevado al borde de la bancarrota. Hoy, la inflación es del 140% y un dólar estadounidense basta para comprar hasta 1.000 pesos, mientras que hace sólo tres años bastaba para comprar 80[1] . El temor a ver seriamente socavados los cimientos de las instituciones democráticas es vencido por la irrefrenable necesidad de romper con el peronismo que ha estado en el poder durante los últimos veinte años, que se ha mostrado incapaz de diseñar soluciones adecuadas para resolver los problemas estructurales de una economía en constante deterioro. La cercanía de Milei a la extrema derecha conspirativa internacional, entre cuyos miembros se encuentran Donald Trump y Jair Bolsonaro, expresidentes de EEUU y Brasil, y su visión negacionista de las masacres perpetradas por la dictadura militar en su propio país son desestimadas por sus votantes como elementos secundarios, frente a la esperanza de que cumpla las promesas que hizo durante la campaña electoral: Reducción radical de impuestos, dolarización de la economía, privatización de las industrias estatales, reducción del número de ministerios de 18 a 8 para una reducción prevista del gasto público del 15% del Producto Interior Bruto. Entre los ministerios que se espera desaparezcan están los de Educación, Salud y Desarrollo Social: todos los sectores de la vida pública, con excepción de la justicia y la seguridad interna, serán regulados por contratos entre particulares[2] . No se sabe cuánto del programa electoral se hará realidad, entre otras cosas por el reducido número de escaños que su movimiento La Libertad Avanza (LLA) tiene en las dos ramas del Congreso tras las elecciones generales del 23 de octubre de 2023: 38 sobre 257 en la Cámara (antes tenía 2) y 8 sobre 72 en el Senado (antes no estaba presente), una cifra que obligará al nuevo presidente a entenderse con el otro gran perdedor de esta ronda electoral, es decir, la coalición de centroderecha Juntos por el Cambio, liderada por Patricia Bullrich, que pierde 23 escaños en la Cámara -de 116 a 93- y 9 en el Senado -de 33 a 24[3] . Entre Bullrich y Milei no han faltado roces en los últimos meses, que han beneficiado mucho más a la segunda que al primero, ya que muchos de los escaños en el Parlamento perdidos por Juntos por el Cambio han pasado a manos de La Libertad Avanza. Dados los resultados electorales de las elecciones para la renovación del Congreso, que no sitúan a ninguna coalición en posición de mayoría absoluta, la gran incógnita se cierne sobre el futuro del nuevo presidente en cuanto a su capacidad para negociar con sus adversarios las condiciones de gobernabilidad y para imponer al Congreso su propia agenda gubernamental.

El éxito de la nueva Junta dependerá también de la aportación de la recién nombrada vicepresidenta, Victoria Villarruel. Villarruel es abogada y presidenta del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTyV), cuyo objetivo es reconocer a las víctimas de actos terroristas llevados a cabo por las organizaciones guerrilleras que protagonizaron la guerra revolucionaria en Argentina desde 1969 hasta la toma del poder por la Junta Militar[4] . Villarruel, a quien Milei quiere confiar los cargos de Jefe de las Fuerzas Armadas y Jefe de la Policía Militar Argentina, es hija de Eduardo Villarruel y bisnieta de Ernesto Villarruel, militares que participaron en las acciones represivas de la junta militar de Videla; defiende en varios juicios militares a acusados de crímenes de lesa humanidad como Miguel Etchecolatz, Director de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, uno de los torturadores más tristemente célebres de la época de la dictadura[5] , negando en varias ocasiones el terrorismo de estado y el genocidio símbolo de la época[6] , llegando a afirmar, como el propio Milei, que el número real de desaparecidos bajo el régimen fue de 8.000.000[7] y no 30.000 como estiman las organizaciones de derechos humanos[8] , a pesar de que el propio ejército argentino confirmó, en 1978, la matanza de 22.000 personas[9] .

La “casta temerosa”, como llaman los seguidores de Milei a la clase política, abre paso al cambio. Con la esperanza de que sea lo menos destructivo posible. Para la democracia no sólo en Argentina, que sigue viva, todavía no es un buen momento.

ESP025

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[1] https://www.nytimes.com/2023/11/19/world/americas/argentina-election-javier-milei.html?searchResultPosition=1

[2] https://theglobalpitch.eu/2023/08/17/the-overwhelming-march-of-javier-milei/

[3] Edelman Global Advisory – Elecciones 2023 en Argentina: Resultados de las Elecciones Generales | 23 de octubre de 2023 https://www.edelmanglobaladvisory.com/sites/g/files/aatuss676/files/2023-10/Argentina%20-%202023%20General%20Elections%20%26%20Results_0.pdf

[4] https://celtyv.org/quienes-somos/ ; https://oslofreedomforum.com/speakers/victoria-villarruel/

[5] https://buenosairesherald.com/politics/victoria-villarruels-long-and-gruesome-history-of-denying-crimes-against-humanity

[6] https://nacla.org/feminist-politicization-slows-far-right-momentum-argentina

[7] https://www.nytimes.com/2023/11/19/world/americas/argentina-election-javier-milei.html?searchResultPosition=1

[8] https://www.theguardian.com/world/2016/aug/29/argentina-denial-dirty-war-genocide-mauricio-macri

[9] https://www.lanacion.com.ar/politica/el-ejercito-admitio-22000-crimenes-nid791532/?R=4842ec