LA VICTORIA DEL SINN FÉIN EMPUJA AL ULSTER HACIA EUROPA

¿Ha llegado por fin el momento de una Irlanda unida? Al día siguiente de la votación que lo cambia todo, cientos de personas empapadas por la lluvia, en silencio, con el rostro inclinado hacia el suelo, pero esta vez llenos del sol de la alegría, saludan la tumba de Bobby Sands^[1], que murió en prisión tras 66 días de huelga de hambre, injustamente condenado a 14 años sin haber disparado nunca un tiro^[2]. La memoria también pide justicia para los 14 civiles bárbaramente asesinados por los paracaidistas británicos en Derry^[3] el domingo 30 de enero de 1972^[4], el aberrante acto de sangre que recuerda U2 en “Sunday Bloody Sunday”^[5]. En el Ulster, un siglo después de su violento nacimiento, la histórica victoria electoral del partido Sinn Féin^[6] logra un milagro.

Lo celebran no sólo los católicos republicanos, sino también miles de protestantes pro-ingleses que, hartos de las decisiones suicidas del gobierno de Londres, votaron al Sinn Féin porque quieren volver a casa: a Irlanda, parte de la Europa unida. El partido nacionalista de izquierdas^[7] se convierte por primera vez en el principal partido en Stormont House^[8], la sede de la Asamblea de Irlanda del Norte^[9]. Es un resultado previsto por las encuestas, pero excepcional, sin embargo, puede contribuir a que el plan se incline aún más hacia la reunificación de Irlanda^[10], porque, una vez más, el poder político y militar va en dirección contraria a la del pueblo. Pero ese mismo pueblo, desgarrado por un siglo de derramamiento de sangre y divisiones religiosas, ha elegido finalmente la única paz posible: una en la que todos los irlandeses son hermanos y hermanas, y ya no son enemigos.

La campaña

Michelle O’Neill (centro), posiblemente la primera líder del Sinn Féin en convertirse en primera ministra de Irlanda del Norte^[11]

Cuando toda la cúpula del Sinn Féin, encabezada por las dos líderes Michelle O’Neill^[12] y Mary Lou McDonald^[13], llega al centro de conferencias de Magherafelt^[14], una ovación les saluda. Gerry Adams, por razones de conveniencia, por su currículum, no está^[15]. Al verlos, el líder unionista y gran perdedor, Sir Jeffrey Donaldson^[16], se da la vuelta y se aleja. El pasado y el futuro de Irlanda del Norte ni siquiera se miran a la cara^[17]. Michelle O’Neill tiene 45 años y ha nacido en el seno de una prominente familia republicana. Su padre, Brendan, fue prisionero del IRA^[18], el brazo armado de los republicanos, y entonces fue elegida en Dungannon^[19], donde asumió el escaño en 2005. Al haber sido madre a una edad muy temprana, siempre ha tenido a su familia a su lado. El salto adelante se produjo en 2007, cuando tres líderes históricos (Francie Molloy^[20], Martin McGuinness^[21] y Gerry Adams^[22]) promovieron su candidatura a la dirección del partido^[23].

La participación fue del 63,6%, ligeramente inferior a la de las elecciones de 2017^[24]. Los republicanos católicos del Sinn Féin, un partido marginado durante años por las demás fuerzas políticas de Irlanda, obtuvieron una mayoría relativa. Por primera vez superan al mayor de los partidos unionistas protestantes, el DUP^[25], tanto en porcentaje de votos (29% frente al 21,3%) como en número de escaños, 27 frente a 24^[26]. Michelle O’Neill tiene ahora los números para convertirse en la primera premier nacionalista del Ulster: un hito para el ala política del IRA^[27] (Ejército Republicano Irlandés), el grupo militar que tiene a sus espaldas casi un siglo de brutal violencia para intentar sacar al Ulster del Reino Unido^[28].

La primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon^[29], que también hace campaña por la secesión del Reino Unido, fue una de las primeras en felicitar al Sinn Féin, saludando un “logro verdaderamente histórico”^[30]. En el Reino Unido, la prensa comentó el resultado como el primer desenlace del escándalo Partygate, con el Primer Ministro Boris Johnson en el centro de la investigación^[31] sobre las fiestas celebradas en el edificio gubernamental^[32], que violan las leyes de pandemia^[33]. La “prueba”: el Sinn Féin no es el único ganador de las elecciones, el partido centrista Alliance Party^[34], ni nacionalista ni unionista, también ha conseguido un resultado histórico^[35], al obtener 17 escaños, convirtiéndose en el tercer partido más importante de la asamblea^[36].

El éxito electoral puede no ser suficiente para que el Sinn Féin llegue al gobierno. Los nacionalistas de izquierda siguen siendo vistos por muchos como un peligro para la democracia, y los dos partidos conservadores, que han gobernado desde 1921^[37], podrían decidir aliarse para excluir al Sinn Féin^[38]. Con la derrota en las elecciones, el DUP puede hacer saltar por los aires el Acuerdo de Belfast (el Acuerdo de Viernes Santo^[39]), que puso fin a décadas de conflicto entre católicos y protestantes y que estipula que las instituciones de Irlanda del Norte deben funcionar según el principio del consociativismo (reparto de poder)^[40] y que los cargos de primer ministro y viceprimer ministro deben repartirse entre el mayor partido unionista y el mayor partido nacionalista^[41] a partes iguales^[42]. Según el Acuerdo, si uno de los dos dimite, el cargo del otro también termina automáticamente^[43].

En el nuevo siglo, sin embargo, las cosas han cambiado: desde 2007 hay un primer ministro del DUP y un viceprimer ministro del Sinn Féin^[44]. Por lo tanto, para que el Sinn Féin ocupe el puesto de primer ministro, el DUP debe aceptar asumir el puesto de viceprimer ministro^[45]. Pero el DUP ha anunciado que no presentará un candidato para acompañar a un primer ministro del Sinn Féin^[46], a pesar de que O’Neill hizo campaña y declaraciones posteriores a la votación totalmente conciliadoras^[47]. La verdadera razón de la disputa no es cosmética: el Sinn Féin es proeuropeo, el DUP ha sido un feroz opositor a la integración europea desde los años 70^[48]. El líder Jeffrey Donaldson dijo: “Tomamos nota del resultado. Debatiremos los próximos pasos para alcanzar los objetivos que necesitamos, es decir, una Irlanda del Norte estable, una economía sólida y nuestras instituciones políticas que funcionen bien”^[49].

Manifestantes ante el Parlamento con banderas de la UE e Irlanda defienden el Protocolo del Ulster^[50]

Donaldson añadió, sin embargo, que se niega a participar en un gobierno que boicotee al Sinn Féin hasta que Boris Johnson rompa^[51] el Protocolo de Irlanda del Norte^[52], parte del acuerdo de retirada del Brexit, que sitúa una frontera comercial entre Irlanda del Norte y Gran Bretaña (Inglaterra, Escocia y Gales)^[53], a lo que se oponen muchos unionistas^[54] que han debilitado su apoyo al partido al no sentirse representados^[55]. Los acuerdos fronterizos serán, de hecho, una espina en el costado del nuevo gobierno de Belfast^[56], los unionistas lo ven como una afrenta a su identidad británica^[57].

Antes del Brexit, que el DUP deseaba firmemente, el Reino Unido y la República de Irlanda formaban parte de la Unión, y la frontera estaba desmantelada: los republicanos se sentían por fin parte de una isla reunificada, mientras que los unionistas seguían sintiéndose firmemente atados a Londres. El Brexit lo arruinó todo porque ahora, con el Reino Unido fuera de la UE, hay que volver a poner una frontera para proteger la calidad y los estándares del mercado único europeo^[58]. Por eso, el 4 de febrero de este año, Paul Givan^[59] (DUP) dimitió en protesta como primer ministro de Irlanda del Norte (llevaba en el cargo desde junio de 2021)^[60].

Las razones de la victoria

Gerry Adams lleva el féretro de Thomas Begley, militante del IRA, autor del atentado de Shankill Road, 27 de octubre de 1993^[61]

El Sinn Féin, del gaélico “Nosotros mismos”^[62], no tiene los números para gobernar solo y le resulta muy difícil encontrar aliados. Sin embargo, la victoria sigue siendo un momento muy importante en la historia de Irlanda, especialmente por los intentos de desprenderse de la parte más violenta de su pasado^[63]. El punto de inflexión en su convulsa historia llegó con la dimisión de Gerry Adams en 2018 y la elección como líder del partido de Mary Lou McDonald, una política con una historia muy diferente a la de su predecesor. Criada en una familia dublinesa de clase media, militó en el partido conservador Fianna Fail y, al igual que Michelle O’Neill, se unió al Sinn Féin tras el Acuerdo del Viernes Santo^[64]: no tiene nada que ver con el turbulento pasado del partido y, a diferencia de Adams, no tiene que defenderse de las acusaciones de haber formado parte del IRA.

La elección de McDonald, una líder respetada también por sus adversarios, permite al Sinn Féin aumentar su consenso, especialmente entre los jóvenes y gracias a propuestas cada vez más progresistas^[65]: durante la campaña electoral, el Sinn Féin se ha centrado en el apaciguamiento^[66], dejando de hablar de la reunificación de Irlanda, para concentrarse en los problemas económicos del país, principalmente provocados por el Brexit: el coste de la vida disparado^[67], la escasez de vivienda^[68] y las listas de espera para la sanidad^[69], las principales preocupaciones de la población^[70], especialmente por el fracaso del Gobierno saliente^[71]. Entre las generaciones más jóvenes, el Sinn Fèin habla de otros temas centrales, como la legalización del aborto y de los matrimonios entre personas del mismo sexo y, como escribe el New York Times^[72], la oposición a las políticas de austeridad adoptadas por los gobiernos conservadores tras la crisis económica de 2008^[73].

El Sinn Féin aborda cuestiones que afectan a la gente, independientemente de su origen católico, nacionalista o republicano. Aunque las encuestas indican que el apetito por la unidad irlandesa es inferior al 50% (tanto en el Ulster como en el Eire)^[74], hay esperanza en el futuro de un referéndum sobre la unidad^[75]. Michelle O’Neill niega que con el Sinn Fèin en el gobierno vaya a haber ningún impulso^[76], ya que un referéndum de secesión queda a la discreción del gobierno británico y no es concebible en los próximos años, especialmente con los fuertes movimientos secesionistas escoceses^[77]. Dice que las cosas podrían cambiar si, en 2025, el Sinn Fèin gana también en Dublín^[78].

La historia del Sinn Fèin

Agosto de 1969: enfrentamientos entre católicos irlandeses y la policía en la batalla de Bogside^[79]

El Sinn Féin se fundó en 1905 por iniciativa del periodista irlandés Arthur Griffith^[80]. Su objetivo era la consecución de la autodeterminación y la plena soberanía nacional irlandesa y la secesión del Reino Unido^[81]. El Sinn Féin se encuentra así entre los protagonistas de la Guerra de Independencia de Pascua de 1916^[82]. Los voluntarios que luchaban por la independencia de Irlanda se organizaron en un ejército que respondía a su propio mando militar, el IRA (Ejército Republicano Irlandés), comandado por Michael Collins^[83], que también es miembro del Dáil Éireann, la Cámara Baja del Parlamento irlandés^[84].

Collins es muy respetado por los voluntarios del Ejército Republicano porque participa personalmente en las acciones militares. No obedece las directrices del Dáil que piden al IRA que se adapte a la estrategia de las demás organizaciones nacionalistas; por el contrario, organiza el ejército según criterios vinculados al terrorismo de guerrilla. Esta estrategia le reportó una serie de éxitos contra el ejército británico en los años siguientes, que desembocaron en el Tratado Anglo-Irlandés de 1921^[85], cuando se sancionó la partición de la isla y se creó Irlanda del Norte^[86]. Tras la Guerra de la Independencia, los nueve condados del Ulster, que luego se convertirían en seis, permanecieron bajo control británico. Los 26 restantes formaron la República de Irlanda, ahora conocida como Eire^[87]. Las divisiones de aquellos años dieron lugar a los dos partidos que dominaron la política irlandesa durante casi un siglo, el Fine Gael^[88] y el Fianna Fáil^[89], ambos conservadores, mientras que el Sinn Féin siguió siendo una fuerza política minoritaria de oposición^[90].

La lucha del IRA, con el apoyo del Sinn Féin, continuó hasta finales de los años 90, especialmente durante la guerra civil de los Troubles^[91]: los enfrentamientos entre los unionistas, en su mayoría protestantes y partidarios de que Irlanda del Norte siga en el Reino Unido, y los republicanos, católicos y partidarios de la unificación de toda la isla^[92]. Los problemas causaron 3.500 muertes^[93] y duraron tres décadas, terminando en 1998 con el Acuerdo de Viernes Santo^[94]. La raíz de la guerra es el pasado medieval, cuando los protestantes británicos subyugaron a la población católica nativa de Irlanda^[95].

El 28 de julio de 2005, el IRA ordenó a los militantes que entregaran las armas, y los Problemas se convirtieron en un incómodo legado del pasado^[96]. Durante la campaña para estas elecciones, el Sinn Féin fue experto en distanciarse de los aspectos más controvertidos de su historia: “Es urgente restaurar un Ejecutivo y empezar a devolver el dinero a los bolsillos de la gente, para empezar a arreglar el servicio sanitario. La gente no puede esperar”, es la parte más importante del programa político^[97]. El partido ha cambiado mucho, en primer lugar desde el punto de vista generacional.

El hecho es que la victoria del Sinn Féin, combinada con el progresivo fortalecimiento del Partido Nacionalista Escocés, está contribuyendo a mostrar a la monarquía londinense más desnuda que nunca^[98]. La población de Irlanda del Norte necesita desesperadamente a Bruselas: suena absurdo en la Europa occidental del siglo XXI, pero en el protocolo, la UE se compromete a enviar alimentos y medicinas al Ulster, y en las últimas horas, tras la presentación de la denuncia contra el Reino Unido, la directora de la oficina diplomática de la UE en Belfast, Colette Fitzgerald, ha sido objeto de mensajes desesperados por parte de los habitantes del Ulster, que temen que esta ayuda material se suspenda ahora^[99].

La actitud de Boris Johnson

La adhesión de la gente a la imagen de Boris Johnson sigue disminuyendo^[100]

De todos los territorios del Reino Unido, el que más sufrió el Brexit fue Irlanda del Norte. Una tierra aún fuertemente dividida entre católicos (descendientes de la población irlandesa original de la isla) y protestantes (descendientes, en cambio, de los colonos británicos). Con el Brexit, el conflicto se reaviva, como lo demuestra la violencia de la Semana Santa de 2022 en Belfast y la emblemática ciudad de Londonderry^[101] (llamada simplemente Derry por los católicos, que no quieren oír la palabra “Londres” yuxtapuesta a su nombre) ^[102].

Al principio de los Problemas, a finales de la década de 1960, los líderes católicos negaron que las tensiones tuvieran un motivo religioso. Sin embargo, del otro lado de la valla, truena Ian Paisley, protestante fundamentalista^[103], líder de la Iglesia Presbiteriana Libre^[104] y cofundador del periódico fuertemente anticatólico The Protestant Telegraph^[105]. Fundó el Partido Unionista Democrático y en un polémico acuerdo, junto con Theresa May^[106], ayudó a mantener a su Partido Conservador en el poder durante años. Tras el descarado activismo religioso y los mensajes incendiarios de Paisley, los líderes de las cuatro iglesias principales (presbiterianos, Iglesia de Irlanda, metodistas y católicos) comenzaron a ser más activos, desempeñando un papel negociador positivo que, tras la firma del Acuerdo de Viernes Santo, se convirtió en un papel abiertamente político^[107].

El conflicto interreligioso es similar al de Israel y Palestina, porque el objeto de la disputa es un territorio que perteneció a las dos facciones enfrentadas en épocas diferentes. Un gran número de protestantes se han instalado en Irlanda del Norte, un territorio tradicionalmente católico, y son dueños de la mayor parte de las tierras, dejando a los católicos en la pobreza, lo que obviamente provoca resentimiento^[108]. Desde el punto de vista organizativo, existe una clara separación entre la Iglesia y el partido en Irlanda del Norte. La excepción es el DUP: sus estrechos vínculos con la Iglesia Presbiteriana Libre lo han convertido en un caso único en el contexto británico e irlandés. La relación histórica entre los principales partidos unionistas y la Orden Naranja^[109], una orden casi religiosa, difumina aún más los límites entre la religión y la política en el Ulster. El acérrimo conservadurismo del DUP, derivado de su compromiso con una doctrina protestante fundamentalista, le lleva a chocar con partidos más abiertos^[110] como el Sinn Féin, especialmente en temas como el derecho al aborto y la homosexualidad.

En 2016, la mayoría de los votantes de Irlanda del Norte votaron en el referéndum del Brexit a favor de la permanencia en la Unión Europea -al igual que Escocia^[111]. Un gran número de votantes de Gales e Inglaterra prefirió la salida, que se impuso entonces con una mayoría del 51,89%^[112]. En octubre de 2019, tras la salida de la UE, se aprobó el Protocolo de Irlanda del Norte, que desencadenó una serie de acalorados enfrentamientos entre partidos. Algunos grupos paramilitares leales retiraron su apoyo al Acuerdo de Viernes Santo, y entre febrero y abril de 2021 aparecieron primero pintadas contra la frontera aduanera, y luego se registraron enfrentamientos en zonas unionistas^[113].

El gobierno del primer ministro Boris Johnson ha publicado un proyecto de ley^[114] para reescribir el protocolo^[115] y abandonar unilateralmente el acuerdo, suprimiendo los controles aduaneros^[116]. Johnson quiere simplificar el flujo de mercancías de Gran Bretaña a Irlanda del Norte y eliminar los costes adicionales y el papeleo para las empresas, insistiendo en que los cambios propuestos son triviales, pero está creando una batalla en varios frentes, incluso entre los conservadores. La UE también se opone firmemente a la medida, alegando que viola el derecho internacional^[117], y el 15 de junio la Comisión Europea emprendió acciones legales contra el Reino Unido por incumplimiento del protocolo y le dio dos meses de plazo para reaccionar: podría haber acciones legales que conllevaran multas y sanciones y algunos expertos temen una posible guerra comercial^[118].

8 de octubre de 2018: Cincuenta años después de la primera gran marcha en Derry, la gente del Sinn Fèin marcha armada sólo con sus banderas y en nombre de los derechos civiles: la nueva generación de la izquierda irlandesa ha descubierto la paz y la comunidad de destino de todos los norirlandeses[119]

El gobierno británico ha intentado justificar la medida alegando que el protocolo supone “un peligro” para la estabilidad en Irlanda del Norte, afectando a las condiciones sociales y políticas y amenazando el Acuerdo de Viernes Santo: la comunidad unionista dice que no se beneficia de formar parte del Reino Unido. De opinión contraria es la vicepresidenta del Sinn Féin, Michelle O’Neill, que califica el proyecto de Johnson de “ilegal” y de “clara violación” del derecho internacional: “Lo que Boris Johnson está haciendo es aumentar la inestabilidad política y crear aún más incertidumbre económica durante días y semanas”^[120].

Según el Times, Joe Biden^[121], de ascendencia irlandesa y opuesto al Brexit, habría pedido a sus diplomáticos que “reprendan” a Boris Johnson por poner en peligro el proceso de paz de Irlanda del Norte con las tensiones que ha creado y ha expresado la creciente preocupación de la administración estadounidense^[122]. Los conservadores no le perdonan las sombras de su gobierno: el Partygate y la gestión del Protocolo de Irlanda del Norte han creado una sensación de desconfianza entre los diputados conservadores^[123].

Lo que nos enseña la victoria del Sinn Fèin

El mural del Museo de Free Derry, una de las imágenes más famosas de la Masacre de Pascua de 1972[124]

Peter Hain^[125], ex secretario de Estado de Irlanda del Norte, ha afirmado que Boris Johnson está llevando a cabo una táctica “putinesca”, utilizando el proyecto de ley de protocolo de Irlanda del Norte para provocar una disputa populista con Bruselas justo cuando la UE está dispuesta a comprometerse. Detrás de esta nube de palabras se encuentra el hecho de que incluso los conservadores se han dado cuenta ahora de que el Brexit ha tenido un efecto desastroso en la economía y la sociedad británicas. Boris Johnson se aferra al poder a pesar del motín de sus propios diputados. Para atraer apoyos desencadena una bronca con Bruselas, porque esta táctica funcionó muy bien en el referéndum del Brexit de 2016, y espera que el efecto se repita en las próximas elecciones generales^[126].

Persuadir al DUP para que se una a un nuevo gobierno y tratar de presionar a la UE para que acepte cambios importantes en los acuerdos post-Brexit es un dolor de cabeza para Boris Johnson^[127], que ya lleva más de 100 días involucrado en la guerra de Ucrania^[128]. Lamentablemente, la perdedora en todo esto es Irlanda del Norte. La mayoría de los votantes en las elecciones de mayo apoyaron a los partidos que defendían el protocolo^[129], pero no sirvió de nada: los deseos de la mayoría de la población están siendo ignorados, la nación sigue a merced de un populista autocrático y peligrosamente divisivo, que se niega a aprender de sus propios errores.

En la desesperación de este pueblo, y en su deseo constructivo de encontrar nuevas alianzas, se vislumbra la Europa en la que creemos: una comunidad de pueblos que olvida las guerras del pasado, salvaguarda las diferencias religiosas, culturales y políticas, pero vincula a todos a un único destino futuro posible, que es el de la restauración de los valores originales de la democracia, los derechos civiles y la paz. Una afirmación que hoy, desgraciadamente hay que admitirlo, es revolucionaria.

UK026

^[1] https://conoscerelastoria.it/bobby-sands-ecco-chi-era-lattivista-irlandese-che-si-lascio-morire-di-fame/

^[2] https://www.scomunicando.it/notizie/memo-37-anni-fa-la-morte-di-bobby-sands/

^[3] https://www.chicksandtrips.net/derry-bloody-sunday-bogside/

^[4] https://www.barbadillo.it/96182-perche-ricordare-i-14-patrioti-del-bloody-sunday-a-49-anni-dalla-strage/

^[5] https://medium.com/@thelegendsofmusic/sunday-bloody-sunday-the-story-behind-u2s-most-political-song-f3fd719e1009

^[6] https://www.belfasttelegraph.co.uk/news/politics/northern-ireland-assembly-election-2022/

^[7] https://www.sinnFéin.ie/

^[8] https://discovernorthernireland.com/things-to-do/parliament-buildings-stormont-p676201

^[9] https://it.euronews.com/2022/05/07/irlanda-del-nord-vittoria-elettorale-storica-per-il-sinn-Féin

^[10] https://www.ilpost.it/2022/05/07/irlanda-del-nord-elezioni-sinn-Féin/

^[11] https://www.bbc.com/news/uk-northern-ireland-60786728